
Existen varias causas por las cuales se comete una infidelidad. Las razones pueden ser sentimentales, sexuales, o incluso motivada por
una pasión como la ira o la venganza. Sean cuales fueran las razones, no
llegan a justificar el engaño y el dolor causado a la otra persona que
compone la relación. Veremos a continuación las diferencias entre la
infidelidad masculina y la infidelidad femenina, los síntomas y
finalmente el perdonar una infidelidad como la gran prueba del amor y la
dedicación de una pareja.
Los signos para descubrir una infidelidad femenina serian los siguientes:
-Una alegría inmotivada en medio de su rutina.
-Sarcasmo.
-Indiferencia ante el naufragio de la relación.
-Salidas con amigas más frecuentes que lo normal.
-Perdida del apetito sexual, incluso rechazo.
-Retrasos constantes en el trabajo.
-Esmero por lucir atractiva cuando sale.
***
Rose Sweet, autora norteamericana del libro A Woman’s Guide to Healing the Heartbreak of Divorce, dice que el primer paso para entender
el perdón es comprender lo que es el perdón y lo que no es. El
siguiente paso es darte el permiso para perdonar y olvidar; librarte de
la amargura mientras y reconocer claramente tu derecho a poner límites
sanos. He aquí algunos puntos de Rose Sweet acerca del perdón:
- Perdonar no es igual a impunidad. Perdonar no significa que la ofensa debe quedar sin repercusiones. Podemos y debemos hacer
responsables a los otros de sus acciones u omisiones. Cuando se ha
cometido una ofensa debe repararse, pues él perdón exige que se haga
justicia ante el ofendido. El perdón a lo que nos ayuda es a no sentir
deseos de venganza.
- Perdonar no significa dejar que la ofensa se repita una y otra vez. No debemos tolerar ni permitir las faltas de respeto o cualquier
forma de abuso. Perdonar no significa negar la realidad o ignorar
ofensas repetidamente.
- Perdonar no es lo mismo que reconciliarse. Podemos perdonar a alguien a pesar de que nunca nos volvamos a llevar con esa persona.
- El perdón es un proceso, no un evento. Esto implica que se va dando paso a paso, poco a poco, no de momento. Toma tiempo el trabajar
con nuestros problemas antes de que podamos perdonar.
- Pueden presionarnos a perdonar antes de que estemos listos. Si nos sentimos obligados a perdonar o lo hacemos para ser aceptados u
obtener reconocimiento, no es verdadero perdón. Es sólo una forma de
evitar el rechazo o de querer seguir siendo la eterna víctima.
Hay que darse el permiso de perdonar cuando estés listo, no antes.
Muchas veces no podemos perdonar a alguien por lo que nos hizo (o
perdonarnos por lo que hicimos). Toma su tiempo y es mejor reconocerlo.
El día que podamos puede llegar pronto o tardar años.
- Perdonar no significa olvidar. Es normal que los recuerdos aparezcan en el futuro; lo importante es lo que hacemos con ellos.
- El perdón inicia con una decisión, cuando al fin estás lista para dejar ir el resentimiento.
- Si bien es cierto que Dios nos manda perdonar a otros; nunca nos dijo que teníamos que seguir confiando en aquellos que traicionaron
nuestra confianza o tan siquiera estar cerca de aquellos que nos
lastimaron, dice Rose Sweet. Muy cierto. Hace algunos años la doctora
Patricia Herrero me dio una gran lección cuando me dijo: Hay una
segunda parte de la regla de oro (No hagas a los demás lo que no te
gustaría que te hicieran) y es: No permitas que otros te traten
como tu nunca lo harías. Fue un veinte que me cayó como peso, de tan
fuerte. Tenemos el derecho a poner límites y a decidir no estar cerca
de quien nos lastima. Ignorar nuestras necesidades es una falta de
autoestima. Y tú, ¿qué opinas?
Fraternalmente
Luis Romero Yahuachi